¿Qué piensas sobre los adolescentes?
La mayoría de los adultos, cuando pensamos en los adolescentes, pensamos en que son perezosos, egoístas, irrespetuosos, maleducados, egocéntricos, violentos, que sólo piensan en la diversión, que no se implican… O, en el mejor de los casos, que no hay quien los aguante.
Haz la prueba, pregunta a alguien. Yo lo he hecho y me han extrañado esas respuestas, porque todos los adultos hemos pasado por la adolescencia, pero muchos parecen haberlo olvidado.
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¿Qué piensas sobre tu adolescencia?
Si preguntas a un adulto cómo ve su ya lejana adolescencia seguramente te dirá: llena de sueños, con ganas de hacer cosas, me creía imparable, tenía ilusión…
Curiosamente los adultos recordamos nuestra adolescencia como un período de gran energía pero vemos a los adolescentes de hoy en día como apáticos y desconectados de la realidad.
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¿Qué piensan tus padres sobre tu adolescencia?
Y aquí viene el cierre del círculo. Seguramente tus padres piensen que eras una persona perezosa, egoísta, despreocupada, difícil, insufrible… Todo lo que tú ahora piensas de los adolescentes de hoy en día.
Y si tus padres no piensan eso de ti es que todo lo malo se olvida con el tiempo ; )
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¿Éramos tan diferentes a los adolescentes de hoy?
Algo nos pasa a los humanos. Recordamos nuestra adolescencia como algo positivo (con sus altibajos, pero positivo) e incluso divertido. Pero vemos a los adolescentes de hoy y no les entendemos. Y, sinceramente, nuestras adolescencias no son tan diferentes. Es más, me atrevería a decir que las adolescencias son muy iguales.
Son una ruptura entre quien soy y quien quiero ser. Un camino hacia crearse un espacio propio en el mundo. Y la manera de conseguirlo suele ser la misma: ruptura y renacimiento.
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Entonces… ¿Qué es lo que ha cambiado?
El contexto, eso es lo único que ha cambiado. Y os voy a poner un ejemplo:
El otro día me explicaba una compañera que su hijo había estado con la pandilla tocando los timbres de los pisos de los vecinos (pura diversión, ¿recordáis?). Y que ella lo supo porque los vecinos llamaron a la policía, pusieron una denuncia y fueron a su casa a comunicárselo. Tal y como lo lees.
El hecho es el mismo en todas las épocas: tocar timbres por diversión. La consecuencia es diferente en ésta época: ser tratado como un delincuente. Luego el mensaje que reciben estos adolescentes no es: «te estás pasando, deja de molestar a los vecinos o algún día tendremos un problema» sino «eres un delincuente y mereces ser castigado«.
Y este sólo es un ejemplo aislado de la sociedad que tenemos (que hemos creado), pero podría poner muchos ejemplos más en los que el mismo hecho tiene unas consecuencias diferentes.
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¿Y qué c*** les pasa a los adolescentes de hoy en día?
A ellos les pasa lo mismo que a todos los adolescentes de otras épocas pasadas. La diferencia es que actualmente vivimos en sociedad pero no en comunidad. O así al menos lo veo yo. Vivimos juntos y nos relacionamos/conectamos, pero no somos una comunidad (o como a mi me gusta llamarlo: una tribu). Y sin tribu no se puede construir una identidad fuerte, sana y feliz.
Nuestra sociedad favorece la soledad, el individualismo, el proteccionismo y la hiperexigencia. Y todo eso bien revuelto en una coctelera es el zumo que beben nuestros adolescentes y que les provoca: poca autonomía, infravaloración, presión, altas expectativas de sus actos, decepción…
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¿Está todo perdido?
No, claro que no. Por supuesto que no todos los adolescentes, en sus casas, están bebiendo ese zumo. Pero no estoy hablando de familias concretas, hablo de la sociedad en general.
Así que si tu familia no es así, felicidades, estás contribuyendo a un cambio en la sociedad. Pero aún hacen falta más familias como la tuya para hacer un cambio profundo. Y también hacen falta más tribus para apoyar a esas familias.
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Y para acabar… ¿Cómo serán los adolescentes del futuro?
Serán como la tribu les ayude a ser.
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Este post se podría haber titulado:
- Ya está el niño tocando timbres
- Yo también fui adolescente
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Photo by: Durifrommocup
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